Para desarrollarse en un hábitat agreste y con un clima hostil, es necesario potenciar valores relacionados con la adaptación y la creatividad en la búsqueda de soluciones. Como hace el Zorro patagónico entre la arena y la piedra a orillas del Río Limay. Su sagacidad, velocidad y sigilo exige la mayor concentración de quién quiera encontrarlo. Lo mismo, sucede con nuestro vino. Poner todos los sentidos en acción es la única manera de atravesar la experiencia de Zorro y Arena.